Con los problemas que se han derivado de la actual crisis económica, las familias españolas cada vez están recurriendo con mayor frecuencia a las diferentes alternativas para solventar los gastos más necesarios que se presentan todos los meses o para enfrentar situaciones no previstas.
Son varias las opciones que se tienen en cuanto a los préstamos más comunes que ofrecen las entidades bancarias, por lo que a continuación presentaremos algunos de los más conocidos, así como sus principales características, considerando siempre que en todos los préstamos se maneja la garantía personal, comenzando en primera instancia por los préstamos personales.
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Préstamos personales
Los préstamos personales son los que utilizan las familias para solventar algún tipo de necesidad en específico, generalmente con un importe no muy alto. Por lo general son empleados para financiar un viaje, algún evento especial, una fiesta, lo que se suele llamar bienes perecederos. Los préstamos personales a su vez se clasifican en los préstamos al consumo, préstamos de estudio, préstamos para un coche, y otros más que también entran en esta clasificación.
Este tipo de préstamos se otorgan con garantías personales de la persona que lo solicita y el periodo de tiempo para devolverlo varía de 1 a 5 años, en tanto que la cantidad máxima que se puede prestar, dependerá de las garantías que se tengan, pero por lo general el importe es de 3000 a 30000 €.
Por lo que respecta a los trámites que se tiene que realizar para obtener un préstamo personal, estos no suelen tardar mucho tiempo, por lo que con frecuencia se puede disponer del préstamo en 48 horas. Algunas instituciones exigen la figura del aval, además de que también pueden otorgarse préstamos de este tipo a las empresas que lo utilizan para realizar inversiones. Es común entonces que con la necesidad actual y la competencia entre las instituciones, surjan muchos productos financieros que tienen como objetivo el atraer a los clientes ofreciéndoles cubrir alguna de sus necesidades más esenciales.
Préstamos al consumo
Por lo que respecta a los préstamos al consumo, estos a diferencia de los préstamos personales, están enfocados a financiar los bienes que son de consumo duradero, es decir: muebles, coches, aparatos electrodomésticos, etcétera y que también se caracterizan por presentar un importe que por lo general es bajo.
Debido a esto, este tipo de préstamos al presentar un capital con cantidades de dinero no muy altas, los plazos de devolución de igual forma no son muy largos, además de que también se pueden asociar a los créditos al consumo, cuyo valor es medio y la cantidad que se presta no es tan elevada, por lo general entre 3000 y 6000 €, así mismo su plazo de devolución también es corto.
Con el grado de morosidad que se está presentado en el país, estos son de los tipos de préstamos más solicitados, pero del mismo modo son los préstamos que más riesgos presentan en relación con los otros tipos de créditos.
Préstamos para el estudio
También se encuentran en el sector crediticio, un tipo de préstamos que cada vez se está volviendo más común en países como Estados Unidos, Inglaterra, Escocia y algunos países mas de Europa, se trata de los préstamos de estudio.
Este tipo de préstamos que en España están tendiendo mucha demanda, están orientados a financiar las necesidades de las personas que estudian algún tipo de postgrado en alguna universidad, o que tiene pensado estudiar en algún país en el extranjero. Su costo en comparación con los préstamos personales por lo general es más bajo, en tanto que para concederlos, las instituciones funcioneras requieren al solicitante que valide los estudios o los cursos académicos que está realizando y para los cuales requiere la financiación. Los préstamos de estudios son solicitados por los jóvenes estudiantes que desean estudiar una carrera universitaria para poder acceder a mejores oportunidades laborales una vez concluidos los estudios.
Préstamos hipotecarios
Por último tenemos los préstamos hipotecarios, quizás los más conocidos y nombrados con mucha más frecuencia, particularmente por la difícil situación que atraviesa el mercado inmobiliario en la actualidad. Este es un tipo de préstamo que se distinguen de los demás porque, además de la garantía personal, también se ofrece como una forma de garantía de pago, una garantía real, en otras palabras, se hipoteca una vivienda. Si el solicitante, no termina de cubrir en su totalidad en tiempo y forma, el préstamo otorgado por la institución financiera, la vivienda puede ser embargada y llevada a subasta (puedes ver el siguiente artículo donde os explicamos los diferentes tipos de préstamos hipotecarios y así puedas elegir el que mejor se adapte a tus necesidades).
Cuando una persona desea comprar una vivienda, pero no dispone de fondos suficientes para hacerlo, tiene la posibilidad de solicitar un préstamo hipotecario, que son los que con más frecuencia se solicitan en estos casos. La garantía personal que se aplica en los demás préstamos personales, en este caso se convierte en una garantía real, que como hemos dicho básicamente es la vivienda.
Por otro lado, si quienes solicitan este tipo de préstamo son un matrimonio, la institución financiera les requerirá el régimen económico patrimonial, esto con el objetivo de comprobar que en efecto, la vivienda pertenece a ambas personas, en caso contrario se tendrá necesariamente que validar entre los cónyuges, una aprobación que permita concretar la hipoteca.
En cuanto a sus intereses, los préstamos hipotecarios generalmente están definidos por los tipos de intereses bajos, en base a que sus características no son tan flexibles, con lo cual no se tiene tanta capacidad de negociación. De igual forma, las condiciones de pago suelen ser mucho más estrictas, lo que representa que en caso de que se presente algún tipo de incumplimiento, se pueden aplicación sanciones de primera instancia.
En todo caso, el objetivo final de los préstamos hipotecarios puede ser cualquiera, sin embargo, la garantía que se tiene es un bien duradero, es decir, la vivienda, sobre la cual se aplica la hipoteca como medida para garantizar la deuda, que de no ser cubierta, la casa pasa a ser propiedad de la institución que otorgó el préstamo, sin olvidar que al ser la vivienda el aspecto principal del préstamo, su formalización se debe escriturar ante un notario.
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