Las tarjetas son actualmente uno de los instrumentos de pago más usados por la mayoría de las personas, sustituyendo al dinero en metálico en un 80% de los caso a la hora de realizar compras, pagos, sacar efectivo de cajeros, etc.
Las principales ventajas que nos ofrecen las tarjetas son la comodidad y la seguridad.
Es decir, las tarjetas de crédito son un medio de financiación y un medio de pago que permite realizar compras sin que el dinero salga de tu cuenta en el acto, es decir, el banco te está concediendo un préstamo a muy corto plazo que tú pagarás de acuerdo a las condiciones de tu tarjeta y a los plazos de devolución prefijados previamente. Puede ser que devuelvas el dinero en una semana, en un mes o en un año, todo ellos con sus correspondientes intereses.
Una tarjeta permite al titular de la misma, sacar dinero de un cajero automático, hacer compras en comercios físicos y virtuales, realizar pagos en cajeros y de manera online, sacar dinero de la línea de crédito, obtener puntos y regalos y por supuesto financiar compras.
Antes de nada, vamos a identificar a continuación cuales son los elementos clave de las tarjetas de crédito más destacables:
Elementos clave de las tarjetas de crédito
- Pago mínimo: se denomina a la cuota que cada mes el banco calcula cobrarte basándose en tu deuda y en la cantidad mínima que debes cancelar de tu crédito.
- Interés: es el coste adicional que el banco te cobra por usar la tarjeta de crédito, evitando de este modo que tengas que pagar en metálico de tu dinero el gasto de las compras que hayas realizado.
- Saldo: es la cantidad de deuda que sigues debiendo al banco una vez calculados los intereses y la cuota mínima en la fecha corte.
- Límite: hablamos de la cantidad máxima de dinero que el banco te permite gastar con el uso de la tarjeta de crédito. Encontramos muchas cantidades, 500 euros, 600 euros e incluso más de 1.000 euros.
- Compensación adicional: algunas entidades bancarias te ofrecen algo adicional por el hecho de tener con ellos una tarjeta de crédito, por ejemplo, un seguro totalmente gratis. Esta compensación siempre tiene escondida alguna exigencia, por ejemplo gastar x cantidad de tu dinero al mes con la tarjeta de crédito, etc.
- Fecha corte: es la fecha mensual exacta que el banco utiliza para calcular tu deuda, tu pago mínimo y los intereses. Lo más normal es que sea el día 30 de cada mes, fecha en la que llegan los consumos de todo el mes vigente que se suman a la deuda anterior y se calculan los intereses en base a todo el gasto al completo.
TIPOS DE TARJETAS:
Actualmente las conocidas como tarjetas de «plástico» están pensadas para satisfacer diferentes necesidades, hablamos de:
- Tarjetas de crédito
- Tarjetas de débito
- Tarjetas de prepago
- Tarjetas de puntos
Las TARJETAS DE CRÉDITO están vinculadas directamente a una línea de crédito, lo que nos da la garantía de financiar el pago de las compras que realizamos en el momento, es decir poder pagar el importe de nuestras compras en ese instante, todo junto a final de mes o de manera fraccionada.
Éstas nos ofrecen la oportunidad de disponer de fondos de la entidad financiera siempre y cuando lo necesitemos, con el compromiso de devolverlos en el tiempo marcado por la misma, junto con los intereses que esta entidad nos marque (en caso de haberlos).
De este modo las tarjetas de crédito no solo son utilizadas para pagar compras, sino también son un modo de conseguir financiación para hacer frente a aquellas compras y gastos que queramos, lo que se llamaría pagar a crédito.
Existen dos modalidades de reembolso:
- El pago a plazos, lo que significa que tendremos que devolver al banco el importe de la deuda en cuotas mensuales junto con los intereses que nos marquen, que variarán en función del tipo de interés. Es importantísimo cumplir con el pago de esta deuda, ya que si no es así, la acumulación de intereses puede resultar elevadísima y llevarnos incluso a aparecer en el fichero de morosos del ASNEF.
- El pago total a final de mes nos lleva a acumular todo lo gastado con la tarjeta durante el mes y pagarlo de una sola vez al finalizar el período liquidativo. De este modo no amortizamos intereses, por lo que la deuda es solo lo que realmente gastamos, no se ve incrementada.
Las TARJETAS DE DÉBITO solo nos dan acceso al dinero que tenemos nosotros en nuestra cuenta, es decir a la cuenta corriente que tenemos nosotros en nuestro banco. Cuando realizamos una compra o hacemos el pago de una deuda con las tarjetas de débito, éste importe se carga directamente a nuestra cuenta y es restado de nuestro saldo de manera inmediata. No podemos gastar más de lo que tenemos en nuestra cuenta, aunque a veces el banco puede autorizar que dispongamos de dinero a cuenta de un descubierto, pero todo depende de la entidad financiera con la que obres.
Una de las principales ventajas de este tipo de tarjetas es que no nos permiten endeudarnos con nuestras entidades financieras ya que no tenemos acceso a una línea de crédito, por lo que podremos llevar un buen control de nuestras finanzas personales.
Con estas tarjetas de «plástico» podremos pagar compras en comercios físicos y virtuales, hacer pagos de facturas en cajeros y de manera online y sacar dinero en metálico de los cajeros automáticos. Además cuentan con la ventaja de que no hay que pagar intereses por ellas ni comisiones al extraer dinero de sus propios cajeros o red de cajeros asociados.
Las TARJETAS PREPAGO no están conectadas a tu cuenta corriente ni están basadas en una línea de crédito, sino que el titular de la misma carga previamente en esta tarjeta el dinero que quiere o va a gastar, y ese será su limite a gastar. Ésta es su principal ventaja, la seguridad que ofrece, ya que no te permite endeudarte ni gastar mas allá de tus posibilidades, ofrecen un gran control de tus finanzas. Otra ventaja es el anonimato, ya que en la misma no aparece ningún dato personal asociado, suele estar asignada al portador. Las tarjetas prepago suelen ser las más utilizadas por los consumidores que están acostumbrados a realizar compras online, por las empresas e incluso por los menores, por el control parental que conlleva.
Las tarjetas de crédito vs las tarjetas de débito
Existe una diferencia básica y fundamental entre las tarjetas de crédito y tarjetas de débito y es que en las de crédito el cargo que realiza el banco en tu cuenta por haber realizado las compras no es inmediato, sin embargo en las de débito si es así. De este modo con las tarjetas de débito un cargo por el importe de la compra será cargado en la cuenta corriente del cliente o propietario de la tarjeta de débito. Es aquí cuando destacamos que las tarjetas de crédito pueden considerarse como un medio de financiación, un pequeño préstamo que te hace el banco, además de ser uno de los medios de pago más cómodos que hoy en día existen.
También hay que destacar que con las tarjetas de débito no estamos aplazando el pago, ni nos van a cobrar comisión o intereses por ello ya que el dinero que gastamos es nuestro, sale directamente de nuestra cuenta corriente.
Por ello para poder tener una tarjeta de débito es imprescindible ser titular o cotitular de una cuenta corriente abierta y activa en el banco emisor de la tarjeta. Es de lógica que esa cuenta debe tener dinero, ya que si no no podremos gastar nada. Esto es una desventaja respecto de los usuarios propietarios de tarjetas de crédito pero también puede ser una ventaja dado que no se produce un endeudamiento excesivo. De hecho, si en una cuenta corriente en la que no disponemos de tarjeta de crédito realizamos una serie de cargos y dejamos la cuenta en descubierto o números rojos (en negativo), el banco cargará una serie de comisiones bastante altas que superan con creces los intereses cobrados por la utilización de tarjetas de crédito.
La seguridad de las devoluciones es otra de las diferencias con las que nos encontramos, ya que las compras que realizamos con las tarjetas de crédito están aseguradas, ya que podremos hacer una devolución de la compra realizada si estamos en el tiempo que marca el comercio o entidad a la que hayamos hecho la compra, sin embargo con las tarjetas de débito, esto no sucede.
Y para terminar, queremos destacar que las tarjetas de débito tienen asociado un coste ínfimo que en muchas entidades llega a ser gratuito. Este es el caso de los jóvenes que tienen una cuenta joven, pues bien, éstos no suelen pagar absolutamente nada por sus tarjetas de débito, sin embargo, los adultos suelen tener un coste por su tarjeta de entre 10 y 30 euros.
La utilización de tarjetas como medio de pago, ya sean tarjetas de crédito o tarjetas de débito, suponen una ventaja para los usuarios que las utilizan debido a la comodidad que supone no tener que llevar grandes sumas de dinero en el bolsillo.
Y por último, algunos detalles importantes que debemos saber sobre las tarjetas de crédito
Los bancos suelen exigir, para poder acceder a una tarjeta de crédito, la domiciliación de una nómina, pensión o ingresos estables, aunque también es común tener una tarjeta de crédito sin cambiar de banco.
Como mencionábamos anteriormente, el uso de una tarjeta de crédito es idéntico a solicitar un crédito, y os preguntaréis el motivo, pues por el simple hecho de tener que devolver el dinero que nos han prestado para hacer nuestra compra más los intereses correspondientes. Es importante que cuando vamos a firmar el contrato de la tarjeta de crédito, debemos fijarnos muy bien en el límite de crédito del que disponemos y por supuesto leer detenidamente la letra pequeña, para no llevarnos sustos a final de mes.
Dentro de las tarjetas de crédito existen varias categorías, dependiendo de los límites de crédito establecidos para esa tarjeta en particular, hablamos por tarto de tarjetas de oro, plata y platino. La cuota de la deuda más los intereses suele pasarse por la cuenta a primeros de mes y el pago puede realizarse de forma mensual abonando todo el gasto realizado durante el mes o mediante pago aplazado. Esta última opción es la que tiene mayores intereses.
Para finalizar las tarjetas de crédito se han convertido en medios de financiación esenciales de nuestra economía y permiten realizar compras o realizar pagos imprevistos con la posibilidad de adeudarlos el mes próximo o aplazarlo en determinadas cuotas. Simplemente, se deben utilizar con responsabilidad. La recomendación es disponer de ello por si tenemos que solventar un imprevisto o una situación puntual, pero no atarnos mensualmente al pago mediante crédito, ya que estaremos pagando intereses de forma continua y veremos disminuido nuestro poder adquisitivo.
Aquí os dejamos la oferta mas competitiva del mercado: