Antes de decidir comprarnos una vivienda debemos tener en cuenta una serie de puntos de gran relevancia, por ejemplo el hecho de que esta adquisición es la más importante de nuestra vida, además de la deuda con mayor importancia que contraeremos. Lo primero que debemos tener en cuenta es el importe que podemos invertir en esta adquisición, sabiendo así exactamente la deuda que podemos contraer. Debemos tener en cuenta la cantidad de dinero que tenemos ahorrado y nuestros ingresos mensuales.
Ratio de Endeudamiento
La persona que decida acceder a la compra de una vivienda es aconsejable que realice este pequeño estudio financiero para poder qué vivienda está dentro de su alcance económico, aunque la entidad financiera a la que le solicitemos el crédito hipotecario nos realizará esta misma cuenta algo más especifica y concreta. Si hayamos nuestros ingresos netos, es decir lo que percibimos por nuestro trabajo menos los gastos con los que contemos y le calculamos a esta cantidad el 40%, obtendremos la cuota máxima que nos concederá cualquier entidad al solicitar un crédito hipotecario. A este concepto se le conoce como ratio de endeudamiento y es un marcador que todas las entidades tienen en cuenta.
Una vez que conoces la cuota mensual máxima que el banco te concederá, podrás saber igualmente el importe máximo que la entidad te otorga, si a este capital concedido por un banco le sumas los ahorros de los que dispongas, obtendrás el dinero que podrás invertir en la adquisición de tu vivienda, teniendo en cuenta que una compraventa cuenta con casi un 10% del precio de compraventa de los gastos derivados de la adquisición.
Puedes calcular la cuota de tu vivienda en cualquier banco y sabrás si llegas a ese importe, aunque también debes tener en cuenta la posibilidad de tener dinero para invertir en tu casa, entonces la cuota disminuiría o aumentaría el presupuesto de tu adquisición a una casa mejor dejando la cuota en el importe que permite pagar. Pero no debes olvidar que el precio de la casa que quieres adquirir no es solo lo que debes pagar, esta compra conlleva unos gastos, de estudios y constitución de préstamos, de notaria, registro, impuestos de transmisiones si es segunda adquisición o IVA si es primera, y un largo etcétera que al final de tu adquisición se convierte en casi un 12% del precio de compraventa.
En este momento económico que nos movemos, los precios de las viviendas han descendido considerablemente, por lo que adquirir una vivienda ahora, es una buena opción aunque contemos con los problemas y las trabas que las entidades financieras nos ponen. Pese a que todos los mercados indica un repunte del Euribor, la opción es clara es la adquisición de viviendas a buen precio, además de saber que la subidas de los tipos de interés no serán excesivas debido a la marcha negativa del mercado financiero.
Además de los puntos mencionados anteriormente, también te podemos aconsejar que antes de adquirir tu vivienda, solicites una nota simple para conocer su estado, tanto las cargas que la soportan como su distribución y superficie exacta, en algunas ocasiones nos llevamos sorpresas sobre la falta de metros reales, algún embargo o servidumbre del que sea objeto dicha vivienda. También es aconsejable informarte en varias entidades bancarias pudiendo así comparar y elegir condiciones.
Bonificaciones en una hipoteca
En esta época y contando con la crisis existente, las bonificaciones son una figura muy importante a la hora de contratar una hipoteca, siempre que sus obligaciones no sean excesivas, ni costosas. Las entidades logran con este sistema, vincular aun más al cliente con el banco, con el fin de cobrarle mayores comisiones.
Entre las vinculaciones para obtener bonificaciones en la hipotecas podemos distinguir, el seguro obligatorio de hogar, la domiciliación de la nómina, la tarjeta de crédito o debito, la domiciliación de recibos como luz, agua, teléfonos, etcétera. En concreto estas vinculaciones son baratas y no obligan al cliente, aunque existen otras que por el contrario sí obligan al cliente y son más caras, no solo las comisiones, sino los costes de las vinculaciones que no compensan las bonificaciones que obtenemos por ella, por este motivo debemos tener cuidado al contratar las famosas vinculaciones hipotecarias.
Las vinculaciones que no les aconsejamos son el seguro de vida con prima única, un plan de pensiones, un plan de jubilación, tarjetas de crédito (tipo oro), si bien es cierto que al contratar estas vinculaciones, las entidades nos reducen el diferencial que nos aplican en las hipotecas, pero también debemos saber que a veces los costes son mayores, y la obligación que contraemos con la entidad no merece la pena.
Además es importante concretar que una vez que llega la revisión anual o semestral del Euribor, se le revisarán las vinculaciones asegurándose la entidad que usted cuenta con todos sus compromisos, de ser así se le aplicarán las bonificaciones, de lo contrario se calculará con el Euribor, más su diferencial inicial. Aunque lo ideal es contratar una hipoteca después de haber realizado un buen estudio de esta, desde nuestro ratio de endeudamiento, hasta las cuotas que nos sale a pagar, los gastos derivados de la compraventa, las vinculaciones para obtener bonificaciones y sus costes, sin olvidar la idea de buscar una hipoteca que disponga de Euribor más su diferencial sin vinculaciones que nos salen caras a la larga.
Siempre que contratemos un crédito hipotecario debemos tener estos puntos muy en cuenta, pero también debemos informarnos de las subvenciones estatales, como por ejemplo acogerse a las subvenciones de las vivienda a precios tasados, las de viviendas de protección oficial, o disminuciones por edad de los impuestos, sin olvidar las desgravaciones fiscales que, aunque han cambiado su normativa desde el 1 de Enero de 2011 con la nueva ley, sí que aun se dispone de algunas de ellas.
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