La Normativa del Mercado Financiero (MIFID) es la que trata sobre la obligación de las entidades financieras de recabar información sobre sus clientes cuando se cumplan ciertos requisitos, especialmente cuando estas empresas ofrezcan una serie de servicios al consumidor.
Por tanto, podemos decir que pueden darse una serie de supuestos que analizamos a continuación:
- Por un lado, la legislación considera que el cliente puede interesarse en la contratación de un producto por iniciativa propia, sin comunicación previa con la entidad; o, en cambio, puede ser objeto de oferta de la entidad, que enviará la documentación e información por su cuenta.
- Por otro lado, y pese a que la normativa se aplica a todos los productos de ahorro e inversión, también debemos distinguir entre los que son considerados complejos (derivados, acciones, fondos de inversión libres, etc.) y los no complejos (es el caso de depósitos bancarios, cuentas corrientes, acciones cotizadas, etc.).
De este modo, podemos concluir que cuando el usuario inicia los trámites, y cuando estos son para la contratación de un producto no complejo, la entidad bancaria no tendrá obligación de realizar ningún test de conveniencia para informarse sobre el cliente. En el resto de casos si será imprescindible.
Servicios ofrecidos a cambio de información
- Asesoramiento de inversiones: Cualquier entidad que lo ofrezca debe estar inscrita en el Registro de la CNMV o del Banco de España. La compañía deberá formalizar un test de idoneidad para poder realizar recomendaciones personalizadas para cada cliente; que dependerán del perfil como inversor deducido de estas, además de sus características personales. Si el cliente no ofrece la información reclamada, la entidad no estará capacitada para prestar servicios de asesoría.
- Gestión de carteras: El cliente cede a la entidad la labor de elegir los productos, tomar decisiones de inversión y operar por su cuenta. Al igual que con el servicio anterior, la compañía deberá haber realizado los tests correspondientes y actuar en consecuencia a los datos y cualidades del cliente.
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