Estos días los periódicos han inundado las calles con titulares económicos de este estilo, debido a que la Asociación Hipotecaria Española ha publicado un informe con los datos de la actividad inmobiliaria e hipotecaria presente y las futuras previsiones sobre este sector. Según sus cifras, el saldo total de crédito hipotecario de las entidades financieras ha sufrido la mayor caída de la historia.
Hagamos un breve análisis de la situación basándonos en sus datos, en los de entidades como el Banco de España y en las noticias que han aparecido al respecto en la prensa del país.
Tabla de contenidos
Actividad financiera
La situación en la que se enmarca la actividad hipotecaria se caracterizó en 2016 por una fuerte inestabilidad debido a la crisis de la deuda soberana. Según los datos del Banco de España en los que se basó la asociación para su informe, el saldo del crédito hipotecario total alcanzó en octubre un volumen de 1.022.581, lo que supuso un descenso con respecto al año anterior de un 5,69%, mientras que las cifras registradas para el mes de noviembre implicaron un descenso del 5,91%, una cifra récord en nuestra historia y que confirma la contracción que sufre el sector desde hace 4 años, cuando España estaba en pleno boom inmobiliario y ocurrió la crisis de las hipotecas en Estados Unidos.
El total del crédito hipotecario no alcanzó los 90.000 millones de euros, lo que supuso una reducción aproximada del 30%. Estos datos ponen de manifiesto que el volumen de nuevas contrataciones no es suficiente para cubrir el ritmo de las amortizaciones y que la situación se agrava por el riesgo de impago de las mismas.
Actividad Inmobiliaria
Durante todo el año 2017 se han observado descensos generalizados respecto a las cifras del año 2016.
En la nueva construcción por ejemplo, el número de viviendas cuya construcción se inició en 2017 fue de 83.000, un 9% menos que en 2016, y un 56% fueron proyectos de autopromoción de personas físicas, comunidades de propietarios y cooperativas. Este dato “refleja las crecientes dificultades que afronta el sector inmobiliario como consecuencia de la importante desaceleración económica combinada con elevados niveles de endeudamiento y las tensiones en los mercados de liquidez”, según el citado informe de la A.H.E.
Aunque el 2017 la evolución de tipos de intereses y precios fue favorable, la demanda de vivienda se vio muy afectada por elementos como la incertidumbre laboral, la creciente aversión al riesgo o las expectativas de que bajen aun más los precios de las viviendas. De este modo, las transacciones inmobiliarias sufrieron un descenso del 29,4% durante el último trimestre del año pasado.
Dudosidad hipotecaria
El empeoramiento de la capacidad de pago y la solvencia de empresas y hogares, provocando un aumento en la dudosidad hipotecaria y por lo tanto une menor concesión de préstamos, se deben en su mayor parte por los altos niveles de desempleo y la inestable recuperación económica nacional.
Sin embargo, las tendencias financieras sobre las concesiones a los hogares para la compra de una vivienda y el destinado a actividades inmobiliarias y a la construcción difieren por diversas razones. En lo referente a la dudosidad en créditos a hogares, los intentos de frenar los impagos mediante políticas de refinanciación y compra o dación de inmuebles por parte de las entidades, han favorecido su contención. Así, las cifras para el mes de enero de 2018 se situó en el 2,63%, en comparación con el 2,58% en 2017.
En lo referente al crédito a las actividades inmobiliarias y de la construcción, no hubo signos de estabilización de las tasas de dudosidad, que alcanzaron en septiembre de 2017 el 18,25%, debido al incremento de los saldos dudosos del sector.
Los créditos dudosos que conceden las entidades financieras españolas superaron por primera vez los 100.000 millones de euros en mayo de 2017, y desde entonces no han dejado de crecer, llegando a alcanzar en noviembre de 2017 los 134.143 millones de euros.
Previsiones para el 2012
Según la asociación, “el turbulento entorno económico en el que se encuentra tanto la economía española como la internacional, especialmente la europea, nos hace prever un futuro incierto” y no se prevé que podamos observar “una mejora generalizada del mercado crediticio ni de la actividad inmobiliaria”.
La situación negativa en la que aún transitará nuestra economía tendrá más importancia sobre el desarrollo de estas actividades que la evolución favorable de otros factores como los tipos de interés o el precio de la vivienda durante el año 2018. Por tanto, este año será “un año difícil con tendencias muy similares a las observadas en 2017”, sin embargo, a finales de año podría producirse una mejoría que se extendiera a los largo del próximo año.
Algunas fuentes del sector inmobiliario coinciden en estas previsiones para el año 2018 y sostienen que hasta que la situación económica no se normalice es improbable que la tasa de impagos alcance su techo. De continuar la tendencia actual de morosidad, en 2019 podrían batirse récords y superar el 9%.
Según la declaración del director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina en el foro Exceltur, se atisba “una recaída, más marcada en el área euro” y además, seguirán confluyendo los problemas de la deuda soberana, del mercado de trabajo, “que no ha tocado techo”, y del ajuste inmobiliario, “que aún no se ha acabado”. Sin embargo, el director subrayó que se están haciendo grandes avances y realizando muchos esfuerzos para realizar reformas para salir de la crisis, con reducciones de endeudamiento o mejoras en la competitividad, entre otros ejemplos.
De este modo se podría resumir la situación económica financiera y crediticia actual de nuestro estado, en base a varias fuentes como el Banco de España, la Asociación Hipotecaria Española y la prensa.
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