En la actualidad, un amplio número de familias pasa por una situación financiera compleja. Ante esta, es habitual plantearse la pregunta que da título a este artículo, ya que con ella citamos los dos caminos que se suelen tomar en estos casos.
Avanzar por la senda del endeudamiento es probablemente la decisión menos acertada que se puede tomar si sufrimos una situación difícil actualmente, que además se presupone incierta en el futuro. Tan solo cuando se posee certeza de que nuestra economía mejorará con posterioridad, esta alternativa se torna interesante para los hogares. Hoy en día, la incertidumbre imperante hace que esta expectativa sea un tanto utópica.
A causa de todo lo mencionado anteriormente, la posibilidad de vender bienes que poseamos se convierte en la más interesante, siempre que sepamos elegir convenientemente los artículos de los que realmente podamos prescindir sin suponer una pérdida irreparable (hay activos que pueden generar ingresos). Es esencial elegir bien qué vender como a través de qué canal lo vamos a hacer. Y es que, en la coyuntura actual, conviven decenas de medios que no existían en el pasado, ya que las plataformas de compra, venta y subasta de artículos están más que desarrolladas en la red. El público al que llegamos es incalculable, y el precio a pagar a cambio de su uso suele ser muy reducido (en forma de comisiones por venta o anuncio) o inexistente en ciertos casos.
Pese al auge del uso de nuevas tecnologías para tales fines, no podemos obviar la eficacia que también otorgan las tiendas de empeños o de segunda mano, las cuales adquieren y suministran bienes a precios más que razonables.
En definitiva, el objetivo final es ahorrar recursos; sin olvidar que los préstamos se devuelven, y que los bienes no son inagotables.
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