Entre los seguros de personas encontramos esta modalidad, la cual es una de las más complejas a la par que interesantes que existen.
Esta garantía está diseñada para esas personas que temen que su fallecimiento repentino pueda dejar en una difícil situación económica a su familia. En este seguro, lógicamente, el beneficiario nunca puede coincidir con el tomador del seguro, ya que esta figura recaerá sobre el cónyuge o hijos del titular. Una determinada cuantía de dinero se entregará a estos en caso de defunción del contratante, otorgando esa sensación de tranquilidad perseguida en cuanto a la subsistencia y desarrollo de la familia.
A causa de la situación que cubren estas pólizas, suele ser un tema un tanto violento para tratar y especialmente para vender. Es por tanto esencial que sepamos buscar un asesor correcto que conozca esta modalidad a la perfección y nos comunique el mejor tipo de producto en nuestro caso particular.
El tomador estará obligado a el pago de unas primas periódicas, como ocurre con cualquier seguro, la cual podrá ser fija o variable dependiendo de la póliza y modalidad propuesta en cada ocasión. Como contraprestación, el asegurado recibe esa dosis de seguridad en cuanto a la solvencia financiera que su familia disfrutaría en caso de su muerte.
Razones para contratar el seguro de vida
Entre los motivos que podrían hacer que te plantees esta opción, podemos destacar brevemente los siguientes:
- Ser el/la responsable del bienestar del cónyuge o los hijos pequeños.
- Tener ascendientes dependientes o algún discapacitado bajo tu tutela.
- La pensión no es la suficiente para mantener eficientemente a su familia.
- Sus familiares necesitarán cierto capital para mantener o lanzar un futuro negocio.
Añadir comentario