En estos tiempos que corren, la red está repleta de consejos para superar la crisis o al menos, para que se nos haga más llevadera. Algunos son prácticamente inalcanzables para los ciudadanos de a pie, como invertir en bolsa, en planes de pensiones carísimos o comprar propiedades.
Es buen momento para adquirir nuevos hábitos de consumo y de ahorro para poder mirar el futuro con ánimo e ilusión. Ha llegado el momento de hacer caso de los consejos más aceptables de los que circulan por ahí, de los objetivos que se pueden alcanzar. Es mejor ir incorporándolo a nuestra rutina poco a poco y empezar a mejorar nuestra economía personal.
Intentemos arreglar nuestros problemas antes de solucionar los globales con estos simples consejos:
Los mejores consejos para llegar a final de mes
1. Averiguar cuánto cuesta nuestro estilo de vida.
Es un paso muy sencillo, simplemente hay que llevar un pequeño cuaderno de contabilidad apuntando lo que ganamos y gastamos y contabilizar lo que nos queda a fin de mes. Si lo prolongamos durante varios meses, tendremos una idea más globalizada de lo que realmente cuesta llevar la vida que llevamos.
De esta manera, nos daremos cuenta de si podemos permitirnos ciertos caprichos superfluos y si podemos prescindir de algunas cosas o si por el contrario debemos disminuir la velocidad de lo que llamamos tren de vida. Es un gran ejercicio de autogestión y sensibilización.
2. Contabilizar cada céntimo que se gasta.
Debemos saber a dónde va a para nuestro dinero, en qué lo gastamos. Basta con apuntarlo en una libreta o con tenerlo en mente. Si gastamos sin mesura y sin tener en cuenta el dinero de que disponemos, nunca podremos saber realmente cuanto gastamos y no podremos ahorrar. No es una tarea fácil, pero es cuestión de acostumbrarse.
3. Ahorrar la calderilla.
Si metemos en una hucha esas molestas monedillas que rondan en nuestros monederos ahorraremos una pequeña cantidad de dinero con el que no contábamos pero que puede utilizarse para algún gasto diario. Parece un gasto de tiempo inútil, pero al cabo de un tiempo y sin darnos cuenta estaremos habituados a guardar las monedas que no usamos y al fin y al cabo son dinero.
4. Cambiar un hábito de consumo y ahorrar el dinero que gastaríamos en ello.
¿Cuánto dinero gastamos al mes en tabaco? ¿Y en manicura? ¿Y en prendas que no necesitamos? Si hacemos algún tipo de gasto superfluo del que podamos prescindir, por ejemplo, el dinero del tinte de la peluquería o el que gastamos en desayunar siempre fuera, que podríamos hacer de manera más barata en casa, y lo eliminamos, tomamos el dinero que gastaríamos en ello y lo metemos en una cuenta de ahorro, nuestra economía personal mejoraría aunque fuera ligeramente.
5. Anotar los objetivos económicos y colocarlos en un lugar donde los veamos todos los días.
Cosas como ahorrar para hacer un máster, unas vacaciones o una moto son ejemplos de este tipo de objetivos. Incluso se pueden hacer a más largo plazo, como un plan de pensiones o una casa. La finalidad de anotarlos es simplemente la de tenerlos presentes y no olvidarlos.
6. Planifica un menú semanal y la lista de la compra.
Es un excelente método para comprar solamente lo que necesitamos y no despilfarrar el dinero. Otro pequeño consejo para no gastar de más en la compra, es ir al supermercado con el estómago lleno, así no compraremos alimentos que nos apetezcan, sino solo los de la lista.
7. Hacer la lista de la compra con descuentos.
Este consejo va muy unido al anterior. Al planificar la lista de la compra podemos elegir el lugar en el que los productos están más baratos, en los que ofrecen cupones de descuento o productos de regalo. Es una excelente manera de ahorrar.
8. Establecer un presupuesto semanal para comida y entretenimiento.
Tener en mente el dinero que vamos a gastar es muy importante y facilita el llevar una buena contabilidad casera. No importa si tenemos que gastar algo más o tomar dinero de otro sitio, pero es muy bueno acostumbrarse a los presupuestos, a gastar lo que tenemos y no de más.
9. No salir de compras sin un propósito específico.
Se acabó el “me voy de compras”. Sólo debemos salir si realmente necesitamos algo. Salir de “shopping” a mirar provoca tentaciones y probablemente acabemos gastando un dinero que no tenemos.
10. Usar páginas web de descuentos.
Están muy de moda y son muy útiles para nuestro propósito. Sitios web del tipo Letsbonus o Groupalia invaden la red con sus descuentos y ofertas especiales. Podemos encontrar desde viajes baratos hasta artículos rebajadísimos. Eso sí, si nos suscribimos a muchas y de algunas no sacamos ningún beneficio, es mejor darse de baja, porque demasiada información sobre consumo podría hacernos flaquear en nuestro empeño de no comprar sin necesidad.
11. Reciclar ropa a través de tiendas de segunda mano.
Este tipo de comercios ofrecen una pequeña cantidad de dinero por las prendas usadas o, si nos atrevemos, podemos cambiar algún artículo por otro.
12. Enseñar a los niños la diferencia entre “querer” y necesitar”.
Es muy importante que los niños sepan que no pueden conseguir todo lo que quieran porque tener las cosas que desean cuesta dinero y esfuerzo. Una buena educación en este sentido hará que en el futuro den valor a sus adquisiciones y además, ayudará a los progenitores a no malgastar el dinero en sus infantiles caprichos.
13. Solucionar nuestros problemas financieros antes de los de los demás.
Parece algo lógico, pero muchas personas han adquirido deudas que no les correspondían por pensar antes en ayudar a los demás con su economía que en solucionar la suya propia.
14. No pedir un préstamo si no podemos pagarlo.
Nos sorprendería saber a cuántas personas les han sido embargadas sus propiedades por algo tan nimio como no tener esto en cuenta. Si pedimos un préstamo debemos tener la seguridad de poder pagarlo, en caso contrario, nuestra economía se ahogará podríamos sufrir graves consecuencias.
15. Crear un plan para disminuir la deuda.
Si vamos consiguiendo algunos objetivos de los marcados en nuestro plan, podremos pagar letras de más de un préstamo o incluso las atrasadas. Es una cuestión de buena planificación.
16. Conocer las condiciones de un préstamo antes de firmarlo.
Es necesario leer la letra pequeña. Debemos tener presente información relativa a los intereses, los gastos de tramitación y cancelación, los plazos y cuotas, etc. Este paso evita muchas sorpresas.
Siguiendo algunos de estos sencillos consejos, nuestra economía mejorará y nuestros ingresos serán mucho más rentables.
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