A continuación, vamos a enumerar una pequeña lista de 5 consejos a tener en cuenta a la hora de invertir:
- Conoce tu propio perfil como inversor: Delimita tus objetivos financieros y el nivel de riesgo que estás dispuesto a afrontar. Cuando no tengas dudas en estos aspectos, estarás capacitado para elegir el producto de inversión adecuado, sin olvidar que es fundamental que entendamos sus características íntegramente.
- Déjate aconsejar: La figura del intermediario es clave en este tipo de finanzas, ya que facilitará un control y asesoramiento profesional sobre todas las vicisitudes asociadas a tus inversiones. Eso sí, no olvides que el responsable final de todas las decisiones eres tú pese al asesoramiento del agente inversor.
- Evita el corto plazo si no estás preparado: Este tipo de inversiones conllevan un nivel de estrés mucho mayor que las de largo plazo, ya que los precios en los mercados de inversión varían cada día, siendo difícil mantener la calma y tomar decisiones racionales en muchos casos a causa de la presión. El largo plazo te ofrece cierta tranquilidad pese a que ese tipo de productos también tengan un riesgo asociado.
- No apuestes todo al mismo caballo: La opción ideal es diversificar tu cartera de inversión, siendo menos arriesgado dividir el capital disponible entre varios productos distintos. De esta forma reducimos el riesgo que supone confiar todo en la misma sociedad o título. Además, también es aconsejable que los plazos temporales de esas inversiones sean diferentes, de manera que esté atento a los vencimientos y necesidades de estas en un orden predeterminado y ordenado.
- La rentabilidad no solo es un porcentaje: No podemos obviar la influencia negativa que suponen las comisiones y otros costes de gestión sobre la rentabilidad final de nuestro producto. Por tanto, cuando estemos frente a la decisión de elegir el ideal, es esencial tener en cuenta estos gastos extra que varían según el producto o la entidad intermediaria.
Añadir comentario